¿De qué sirve hablar de emprendimiento como motor de desarrollo si el mapa sigue pintado en tres colores? Bogotá, Antioquia y Valle del Cauca concentran casi la mitad de las nuevas empresas del país, mientras que departamentos enteros avanzan con el freno de mano puesto.
El Congreso de Confecámaras en Cartagena dejó al descubierto un desequilibrio que parece invisible en los discursos, pero que pesa demasiado en la realidad económica.
Los números son claros: el 45% de las nuevas empresas creadas en 2023 se concentraron en esas tres regiones, según el Registro Único Empresarial y Social (RUES).
El resto del país se reparte la otra mitad, lo que significa que en departamentos con menos infraestructura y acceso a crédito, abrir un negocio sigue siendo un salto al vacío. Esta asimetría no es nueva, pero se agrava cuando se compara con el crecimiento de sectores como comercio y servicios, que también tienen su epicentro en los mismos polos.
El dato inquieta porque, a pesar del aumento general en la creación de unidades productivas (más de 334.000 empresas nuevas en 2023), la “columna vertebral” del emprendimiento colombiano se está sosteniendo en pocos territorios.
Las Cámaras de Comercio han advertido que si no se cierran las brechas de acceso a financiamiento, digitalización y formación, el país corre el riesgo de mantener dos velocidades: una de autopista en las grandes ciudades y otra de trocha en regiones apartadas.
“La concentración de empresas en las grandes ciudades muestra la necesidad de fortalecer ecosistemas regionales. No podemos dejar que la competitividad sea un privilegio geográfico”, advirtió Julián Domínguez, presidente de Confecámaras, durante su intervención en Cartagena.
En esa tensión se juega una de las preguntas más duras para la política pública: ¿cómo convertir la narrativa del emprendimiento en una realidad equitativa? El congreso dejó planteada la urgencia de mirar más allá de las cifras agregadas, porque detrás de cada punto porcentual hay territorios que avanzan con pasos cortos y ciudadanos que sienten que la promesa del desarrollo todavía no los alcanza.