
La primera categoría abordada es la de fraudes por medios digitales, donde los criminales, con astucia, buscan obtener datos de acceso a cuentas bancarias o números de tarjetas mediante la creación de enlaces, mensajes y páginas falsas. Entre los tipos de fraude más destacados se encuentran el phishing a través de correos electrónicos fraudulentos, el smishing mediante mensajes de texto engañosos y el vishing a través de llamadas telefónicas falsas. Estos métodos, dirigidos a los usuarios, se centran en la obtención de información confidencial para perpetrar transacciones fraudulentas.
Para resguardarse de estas amenazas, se aconseja a los hombres de negocios mantenerse alerta ante solicitudes de los cinco datos financieros confidenciales, recordando que ni entidades bancarias ni franquicias de tarjetas de crédito requerirán dicha información por canales no seguros. La prudencia también se extiende a supuestas alianzas o premios de rifas, exhortando a la cautela ante requerimientos inusuales.
La segunda categoría de preocupación es la estafa, que se manifiesta de diversas formas, desde solicitudes de ayuda en envíos internacionales hasta ofertas laborales o ventas de productos a través de redes sociales. La prudencia al realizar compras o pagos virtuales es fundamental, sugiriendo una revisión exhaustiva de la trayectoria y reseñas de la tienda virtual en cuestión. Ante precios considerablemente más bajos de lo habitual, se insta a la desconfianza y a realizar una investigación minuciosa para confirmar la legitimidad del producto y la empresa.
Finalmente, se aborda la suplantación en la apertura de productos financieros, donde los delincuentes utilizan la información confidencial previamente obtenida para abrir cuentas o solicitar créditos en nombre de los usuarios. Es imperativo recordar los cinco datos confidenciales que nunca deben revelarse y seguir tres pasos clave para prevenir el fraude: Parar ante solicitudes sospechosas, Pensar en la legitimidad de la solicitud y Actuar con cautela, evitando la entrega de información confidencial.
En este escenario de amenazas persistentes, Bancolombia sugiere a los empresarios y hombres de negocios adoptar medidas adicionales, como mantener un antivirus actualizado en sus dispositivos y hacer uso de los mecanismos de protección proporcionados por los bancos, como alertas y notificaciones, identidad protegida, clave dinámica y topes en las transacciones. La vigilancia constante y la aplicación de prácticas seguras se perfilan como elementos cruciales en la salvaguarda de la integridad financiera en el actual panorama de amenazas digitales.