¿Qué tan lejos puede llegar un puerto cuando se convierte en el único respiro de una cadena logística que parece ahogarse?
La pregunta suena a metáfora, pero no lo es: Buenaventura, el principal puerto de Colombia en el Pacífico, acaba de aparecer en el ranking mundial del Banco Mundial y S&P Global, y sus cifras esconden más de lo que parecen. Entre 2020 y 2024 subió 26,8 puntos en desempeño, metiéndose en el puesto 13 de los mayores avances a nivel global y en el 28 dentro del listado regional de América Latina y el Caribe.
No es un simple número, sino la radiografía de un puerto que, pese a su fragilidad estructural, está aprendiendo a moverse en aguas turbulentas.
Lo llamativo es el contraste. Mientras Posorja, en Ecuador, encabezó el ranking de mejoras con un salto de 72,8 puntos, y puertos como Gothenburg en Suecia o Marsella en Francia mostraron avances sorprendentes, Buenaventura se coló en un listado dominado por terminales respaldadas por capitales internacionales y alianzas público-privadas mucho más robustas.
Que un puerto colombiano figure allí sugiere que la historia no es de azar, sino de ajustes concretos: reducción en tiempos de estadía de buques, adopción parcial de plataformas digitales y cierta disciplina en la operación logística.
En la lista regional, Buenaventura aparece con 91 puntos, superando a gigantes como Cartagena (64) y quedando solo detrás de Posorja (107). Ese salto no significa que los problemas se hayan resuelto. Al contrario, muestra que en un escenario donde la mayoría de los puertos del mundo perdió eficiencia por la crisis del Mar Rojo, el Canal de Panamá y las secuelas de la pandemia, Buenaventura logró —contra pronóstico— no solo resistir, sino avanzar.
“Incluso en medio de múltiples perturbaciones, los puertos de los países en desarrollo están encontrando formas de adaptarse, mejorar y maximizar su valor”, señaló Nicolas Peltier-Thiberge, director mundial de Transporte del Banco Mundial. “Esto pone de manifiesto que, con una mejor planificación, tecnología y cooperación a lo largo de la cadena logística, la eficiencia de los puertos podría incrementarse de manera significativa”.
El trasfondo es claro: no basta con aplaudir la mejora numérica. El CPPI se basa en un análisis de más de 175.000 arribos de buques y 247 millones de movimientos de contenedores. No es un ranking de marketing, es un espejo incómodo. Allí se ve que mientras Yangshan (China) lidera con 146,3 puntos y Fuzhou le sigue con 139,2, Buenaventura aún navega muy por debajo de esos estándares.
Pero, en perspectiva, 26,8 puntos representan un cambio que habla de margen de maniobra en un puerto que ha sido señalado una y otra vez como cuello de botella del comercio exterior colombiano.
Ese margen abre otra discusión: ¿qué pasaría si las inversiones fueran más agresivas? ¿Si las operaciones 24/7 se implementaran a fondo y no de manera parcial? La experiencia de otros puertos de la región —como Callao en Perú (79 puntos) o Coronel en Chile (73)— muestra que la clave no está solo en infraestructura, sino en gobernanza, simplificación de trámites y control de costos logísticos.
“El CPPI sirve como una herramienta de diagnóstico, permitiendo a los stakeholders identificar las ineficiencias estructurales y elaborar estrategias para mejorar las operaciones portuarias”, señaló Turloch Mooney, jefe de Inteligencia y Análisis Portuario de S&P Global Market Intelligence. “A medida que el entorno del transporte marítimo global se vuelve más complejo, comprender y mejorar el desempeño portuario resulta imprescindible para impulsar el crecimiento económico y la competitividad”.
Buenaventura, en este escenario, no es un puerto más en un ranking: es una especie de termómetro de hasta dónde Colombia puede sostener su comercio exterior en medio de turbulencias globales. Un puerto que avanza, sí, pero al mismo tiempo expone la magnitud de lo que aún falta. Y ahí está lo inquietante: porque cuando la cadena logística global se tensa, la verdadera diferencia entre quedarse a flote o hundirse está en la capacidad de anticiparse. Buenaventura ya dio un paso, pero la jugada de fondo apenas comienza.