El poder no se disuelve, se reorganiza. En una decisión que marca un punto de inflexión en el sistema financiero regional, Banco Davivienda autorizó la creación de Davivienda Group S.A., una holding panameña que se convertirá en la nueva cabeza operativa del grupo.
Con esta jugada, la entidad colombiana busca absorber e integrar las operaciones de Scotiabank en Colombia, Panamá y Costa Rica. Aunque el anuncio parece técnico, lo que hay detrás es una reorganización profunda de flujos de capital, gestión de riesgos y presencia regional en el mapa de la banca latinoamericana.
Qué es Davivienda Group y por qué se crea ahora
Davivienda Group nace como una sociedad controladora que tomará el 100 % de las acciones del Banco Davivienda y, una vez aprobado por las autoridades de cada país, se convertirá en el vehículo para consolidar operaciones y explorar nuevos negocios multilatinos. Su constitución responde a la necesidad de tener una visión corporativa unificada en distintas jurisdicciones y con un alcance más ambicioso, capaz de competir con otras entidades que ya operan con estructuras similares en la región.
La holding permitirá que los actuales accionistas —ordinarios y preferenciales— intercambien sus títulos por acciones equivalentes en la nueva sociedad, sin perder derechos como el dividendo mínimo preferencial. Esta conversión se hará bajo una relación uno a uno y se prevé que las acciones de Davivienda Group sean registradas en el RNVE y listadas en la Bolsa de Valores de Colombia.
El reacomodo con Scotiabank
El segundo componente clave de esta estrategia es la integración con Scotiabank. La hoja de ruta implica que Scotiabank aporte sus operaciones en Panamá y Costa Rica a una filial de Davivienda Group —la Holding Davivienda Internacional S.A.—, y adquiera el control accionario total de Scotiabank Colpatria S.A. en Colombia. Posteriormente, estas acciones serían transferidas a Davivienda Group, consolidando así la propiedad del 99,86 % de las operaciones que antes estaban bajo dominio compartido.
Este movimiento redefine las estructuras de gobernanza y fortalece la presencia de Davivienda en el istmo centroamericano. No se trata solo de escala: se trata de capacidad de responder con agilidad a cambios regulatorios, presiones macroeconómicas y exigencias tecnológicas, todo dentro de una arquitectura legal más flexible y transnacional.
Riesgos, ventajas y lo que viene
Desde la perspectiva técnica, la nueva estructura busca facilitar la transferencia de capital entre subsidiarias, gestionar de forma centralizada los riesgos financieros y operar con estándares integrados de servicio, producto y tecnología. En la práctica, sin embargo, este tipo de movimientos no están exentos de complejidad: implican negociaciones con múltiples entes de supervisión, adaptaciones culturales entre equipos y riesgos operativos en la transición.
La operación —aún sujeta a autorizaciones— se espera que se materialice en el segundo semestre de 2025. Con ello, Davivienda se alinearía con una tendencia regional de consolidación bancaria en la que los grandes actores están reorganizando sus holdings para ganar eficiencia, captar inversión y posicionarse frente a los mercados internacionales.