La economía china volvió a mostrar señales de enfriamiento. Según el Boletín Macroeconómico No. 26 de la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC), los indicadores de agosto de 2025 confirman un freno en la actividad económica del gigante asiático, con impactos que ya preocupan a los mercados internacionales.
Producción y consumo en baja
La producción industrial de China creció 5.2% interanual en agosto, su nivel más bajo desde el mismo mes de 2024. En paralelo, las ventas minoristas apenas aumentaron 3.4%, reflejando una pérdida de impulso del consumo interno, clave para sostener el crecimiento en el país más poblado del mundo.
Las exportaciones también se debilitaron ante la menor demanda externa, lo que refuerza la percepción de que la segunda economía global atraviesa una fase de moderación.
Pekín responde con estímulos
Ante este escenario, el presidente Xi Jinping lanzó un nuevo paquete de medidas para impulsar el consumo y reactivar sectores estratégicos.
Según el informe de la SFC, los estímulos se concentran en servicios, turismo, telecomunicaciones y salud, además de subsidios y bonos especiales al consumo.
El objetivo es dinamizar la economía doméstica, reducir el desempleo y evitar que la desaceleración se traduzca en una caída más prolongada.
Impacto global: menos demanda, más riesgo
El boletín advierte que la debilidad de la economía china amenaza las cadenas de suministro globales, deprime la demanda de materias primas y plantea riesgos para países exportadores dependientes de ese mercado, como varios de América Latina.
En especial, una menor demanda china podría presionar los precios de los commodities, afectando ingresos fiscales y cuentas externas de economías emergentes.
China sigue siendo un pilar del comercio mundial y un referente para la industria manufacturera global. Sin embargo, la combinación de consumo moderado, exportaciones débiles y crecimiento industrial lento ha encendido las alarmas sobre la sostenibilidad de su recuperación económica.